Breve introducción a Jacques Derrida y la deconstrucción – Everardo Reyes García:

Resumen:

Introducción y Quién es Jacques Derrida:
Al principio el autor expone quién es Jacques Derrida, y lo define como “tal vez el filósofo más famoso del mundo”, adquirió fama en 1967 tras algunas publicaciones y una conferencia que dicó junto a Lacan. Derrida nació en Algeria en 1930, hijo de una familia judía, estudió en Francia y dictó clase en la Sorbona y la Escuela Normal Superior, fue también director de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales.  El trabajo de Derrida se enfocó en la política, el lenguaje y el psicoanálisis, y fue mucho más famoso en Estados Unidos que en Francia y se destaca por su complejidad y fecundidad.
La deconstrucción:
Una de las ideas principales de Derrida se enfoca en la deconstrucción, la deconstrucción no es equivalente a la destrucción. Deconstruir implica “interrogar los supuestos” que conforman a un texto “para dar una nueva perspectiva”. Derrida propone que a través de la lectura atenta podamos tomar el texto y darle un nuevo significado. Derrida señala que la sociedad occidental tiene una estructura binaria de opuestos: espíritu y cuerpo, sentido y signo, sensible e inteligible, Derrida plantea deconstruir estas oposiciones. Derrida critica el sistema logocéntrico, donde el logos aparece como el origen de la verdad, y señala que el logocentrismo no nos permite poder ver desde otra perspectiva, cultura, lengua. La idea de la deconstrucción viene de la influencia de Martin Heidegger, otros autores influyentes en Derrida fueron Freud, Nietzsche y Saussure.
Deconstrucción y metafísica:
Deconstruir la metafísica es para Derrida una manera de encontrar el sentido del ser, según Derrida, el ser humano y la ciencia cuentan con pre-entendimientos sobre qué significa el ser, por lo tanto, lo que nos llega es una interpretación del sentido del ser. En este sentido es necesario deconstruir los textos para captar nuevas interpretaciones y entender desde otras perspectivas el sentido del hombre y dejar a un lado todo tipo de pre-entendimiento y pre-comprensión occidental que según Derrida está basada en el etno-centrismo y el imperialismo. Derrida tambiñen plantea que no existe inmediatez paa acceder a nosotros mismos y que en el sistema de signos los fonemas son interdependientes entre sí para producir el lenguaje.    
Arqui-escritura y différance:
Derrida afirma que “la significación siempre hace referencia a otros signos y que en realidad uno nunca puede llegar a un signo que se refiera a él mismo”, así, la escritura es un significante de otro significante (la palabra). Derrida denomina arqui-escritura al proceso de espaciamiento en el tiempo de los significantes, es decir, al desfase de significados que se da. Derrida también plantea el concepto “différance”, que es el desfase, la desviación a través del tiempo en lo escrito que rompe con la lógica del signo. La “différance” es un término que no es un concepto en sí, y su significado depende del contexto, por ello es prácticamente indefinible. La arqui-escritura implica que existe un sistema de signos donde los referentes son infinitos y no se llega a un referente inicial. En fin, la deconstrucción es no es un proyecto con bases metodológicas fijas sino mas bien una crítica a la racionalidad occidental.
 
Cometario Personal:
El texto de Reyes García sobre Derrida no solo indaga sobre la vida del autor, sino también sobr los conceptos más importantes de su obra. Todavía encuentro la idea de la deconstrucción compleja porque no esconde tras de sí un proceso metodológico, sin embargo, es interesante el punto de vista crítico de Derrida hacia la sociedad occidental y las ideas que plantea. Vemos que Derrida tuvo influencias por parte de algunos de los autores vistos en clase: Heidegger, Saussure, Freud, igualmente en su obra encontramos referencias al estructuralismo, psicoanálisis y a la hermenéutica, entre otras teorías. Derrida utiliza la idea de pre-concepciones y pre-entendimientos de la hermenéutica, sin embargo, no le parece un proceso enriquecedor sino que critica a los prejuicios que afectan a nuestro entendimiento del ser. Para Derrida, un texto no debe analizarse en base a estos prejuicios sino que debe deconstruirse para librarse de ellos. Derrida también hace reflexiones sobre el sistema de signos planteado por Saussure, y concuerda con la idea de que no hay un referente universal.

El Cóndor Ciego – César Dávila Andrade: Análisis Marxista



César Dávila Andrade fue un autor cuencano, escritor y poeta que no estudió en Quito y Guayaquil y ejerció como periodista en Venezuela. Dávila Andrade era caracterizado por su interes en temas místicos  y esotéricos, por su adicción al alcohol y por su vida bohemia. Escribió la mayoría de sus cuentos en la década de los 40’s y 50’s, sin embargo, sus narraciones salen del canon de la literatura ecuatoriana de la época, pues no estaban conducidas por un interés social o de reivindicación indígena. En esta época, la situación política del Ecuador estaba marcada por los conflictos territoriales con el Perú y por prácticas antidemocráticas en el gobierno.
El cóndor ciego es una historia que narra la experiencia de un cóndor viejo, sabio y líder de un grupo de cuatro cóndores, los otros tres más jóvenes e inexperimentados. La narración es básicamente un recuento de los últimos días de vida del cóndor ciego, que al final de la obra da su último vuelo y muere. Son varias las relaciones de poder que expresa El Cóndor Ciego, empezando por el contexto social del Ecuador: “Huelo a carne quemada”[1], es la primera frase del cuento, esta carne quemada viene de la Hacienda Ingachaca, lugar donde los indios estaban marcando las vacas. Podemos ver que el contexto de la narración es la Sierra ecuatoriana, lugar donde la vida latifundista era todavía una práctica común, símbolo más grande de la propiedad privada.
Al leer solo algunas líneas del texto, nos damos cuenta que el cóndor ciego es el líder, y su liderazgo está marcado por su sabiduría y su edad. Vemos entonces que el poder en la manada de cóndores es otorgado tácitamente gracias a estas características, la estructura está sentada de por sí y no existe cuestionamiento alguno a este poder dado. Este poder es expresado en la distribución de recursos en la manada, en este caso, en la repartición de alimentos: ““¿Qué quieres almorzar: bofes, hígado, abomaso…?”[2], Le pregunta Sarcoramphus al viejo, “El corazón del hombre y sus testículos…” le responde. Es evidente que la distribución es desigual porque el líder decide que así sea en esa ocasión. La palabra de él es escuchada sin cuestionamientos.
Luego de decidir qué comer, el cóndor ciego pasa la tarde con Amarga, devoran el desayuno juntos, mientras los jóvenes no están ahí, y cuando ellos regresan, el ciego está dormido. La relación del cóndor ciego con Amarga es una superestructura per se, pues el otorgamiento del poder se da a través de su relación con la hembra. Por ser el líder, es el único que durante el transcurso del cuente tiene el derecho de estar con ella. Así, la estructura, que es el poder, la forma de administrar los recursos, se expresa en la superestructura, es decir, la tradición, el modo de vida.
Al final vemos que lo más valioso que el cóndor ciego hizo por sus compañeros fue transmitirles sabiduría: “El nos mostró la ciudad del nombre, entre gusanos. Él nos mostró la unión sudorosa del cielo con el mar. Él nos mostró los árboles duros, encerrados en la miel del océano”[3]. Esta enseñanza también forma parte de la estructura en la obra. Vemos así que la dominación es aceptada por los demás cóndores por naturaleza, como en todos los modos de producción existentes, el esclavo, el siervo, el proletario, aceptan su condición por siglos sin cuestionarla. Con la muerte del cóndor, el status quo seguramente seguirá, y el cóndor más viejo y sabio asumirá el rol que antes poseía el cóndor ciego. A pesar de que este cuento expresa una distribución de poder marcada, no se retrata al líder como un explotador, que aprovecha la debilidad de los otros, es más bien un líder solidario, erudito y agradecido.
Referencias:
Dávila Andrade, C. (1984). Obras Completas RELATO. Quito: Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede en Cuenca, Banco Central del Ecuador.


[1] (Dávila Andrade, 1984). Página 147.
[2] Ibíd. Página 148.
[3] Ibíd. Página 149.